LAS PLANTAS

20.03.2014 22:56

 

El cultivo de la lechuga es quizá el cultivo con más historia en la humanidad. Se cree que los egipcios fueron los primeros en cultivarlas hace más de 2500 años. Hoy, muchísimo tiempo después sigue siendo uno de los cultivos predilectos ya que la Lechuga constituye uno de los alimentos más utilizados diariamente.

Aunque la lechuga puede cocerse, lo normal es consumir la Lechuga fresca y cruda. Es un alimento fresco que se utiliza primordialmente en verano.

 

Al ser de raíces cortas, la Lechuga no requiere un suelo muy profundo. Crece en una gran variedad de suelos y necesita temperaturas templadas para desarrollarse exitosamente. Las temperaturas muy elevadas impiden la germinación. La Lechuga necesita que haya diferencias muy marcadas de temperatura entre el día y la noche, alrdedor de 15 a 20 grados durante el día y menos de 10 grados durante la noche. Esta diferencia de temperatura ayuda a que el cultivo de la Lechuga se desarrolle de modo óptimo.

 

El cultivo de la lechuga tolera mejor las temperaturas bajas que las altas por lo que en verano hay que tener cuidado de que estas no espiguen ya que si las temperaturas superan los 25 grados sin duda pueden espigar, dando lugar a hojas muy amargas.

La lechuga tampoco tolera la sequía, aún cuando esta dure poco. La excesiva humedad también es un problema. El porcentaje de humedad ideal es del 50%. Es por ello que es más recomendable cultivar la lechuga al aire libre donde no hay tanta humedad. 

El riego también es importante para mantener la tierra con humedad aunque recordemos que no debe ser excesiva. El mejor sistema de riego en este caso es por goteo ya que mantiene los niveles de humedad equilibrados. 

Lo ideal es que el cultivo de la lechuga se desarrolle a plena luz, bajo el sol. La luz solar es altamente recomendable para que este cultivo se desarrolle normalmente.